jueves, 24 de diciembre de 2009

EL PÁRAMO


Era bastante sobrecogedor el paisaje que ofrecía el valle del Ebro el sábado pasado. Azotaba el viento un páramo completamente nevado y helado, al fondo, unos molinos, mas quijotescos de lo que a primera vista parecen, se afanaban en sujetar el viento, ese que dicen, es el dueño de la Tierra. Mala metáfora, sacada de contexto, chirriante, como esa tecnología aeroespacial desparramada sobre la nevada.

Quijotesco empeño en parar el cambio, que es lo único que permanece, según decía otro bastante mas sabio que el primero.
Empecinados en usar tecnología punta para enfrentarla a los más atávicos y poderosos poderes de la tierra, tratando de arañarle un poco de energía para reducir la emisión del "satánico" CO2.

Pocos se atreven a cuestionar tamaño desafio humano, y ante tal despliegue de inteligencia y saber , todos agachan la cabeza y se tapan las orejas, los ojos y la boca.

A miles de kilómetros del páramo aragonés, miles de personas y personajes, bien nutridos, educados y viajados , se devanan los sesos en ver como vendernos que se los están devanando por el bien de todos, y no se están dando un viaje de placer con dinero público.

Al parecer, ni a disimular llegó el acuerdo.

Si se trata de CO2, en vez de románticos molinos siempre se puede optar por una tecnología superior: Sumideros de CO2.
Un invento muchisimo mejor, mas barato y mas bonito, en este mundo existe, está muy mejorado y es bastante barato, además es de material biodegradable y su impacto es positivo tanto en la reducción del CO2 atmosferico como en la mejora del régimen de lluvias.

Esta tecnología tan perfeccionada tiene un nombre poco tecnológico, quizás de ahí su mala prensa, y si muy popular: ARBOL.


¿Por qué no reforestar los millones de hectareas que en el mundo, alguna vez, fueron bosques?

El importe necesario seguro que es inferior al propuesto por Al Gore y otros profetas del apocalipsis de cumbre anual.

La respuesta es bastante sencilla, porque no hay otra, plantar arboles da para pocas cumbres, deja poco espacio a acuerdos opacos, a auditorias externas, a fiscalización de los recursos utilizados.

Plantar arboles y contarlos lo hace hasta un tonto, para montar cumbres inservibles y carísimas, fijando la atención de todos los medios de comunicación del mundo hace falta ser premio nobel ( a ser posible de la paz).

En esas cumbres, se proponen medidas de billones de euros, concretadas en nada, imposibles de evaluar tanto en su resultado como en su coste. Y es ahí, en esa opacidad donde todos los espabilados del mundo se mueven en su salsa. Venden apocalipsis, le ponen un precio, y el resto a tragar y a pagar.

Saber cuanto CO2 absorbe un árbol al año lo hago hasta yo, que tengo la carrera bien olvidada. Multiplicar ese ratio por el número de arboles plantados al año, lo hace un niño, o un tonto con calculadora.

Conocer el coste de una plantación, sus cuidados, su riego, tampoco es dificil de cuantificar.
Poner "deberes" a cada nación, limpiar esos bosques sacando biomasa, incrementando flora y fauna de las zonas, mejorando el régimen de lluvias, y finalmente, reduciendo el CO2 atmosférico, es tan bonito como real.

Lo peor de esta gentuza, de los sacamantecas de greenpeace, de los tontolabas de salón, antitaurinos, antivisones, y antitodo, es que no han estado en el campo salvo para hacer acampedo, no tienen ni puñetera idea, pero son los tontos útiles perfectos para que millones de euros en recursos públicos se desvien a los bolsillos de sus héroes con Nóbel incorporado. Buscar entre los asistentes a la cumbre un poco de sentido común,desinteresado, es adentrarse en otro páramo bastante mas frio y desangelado que el primero.

Miles de millones que no son arboles plantados, sino humo, y del caro, cumbres,aviones privados, demagogia,odio y resentimiento.

Yo no creo que el cambio climático sea consecuencia de la acción del hombre, pero si fuese cierto, la manera mas lógica y ecológica pasaría por recuperar nuestras masas forestales. Pero en el mundo de la PS3, el facebook, y Al Gore, decir que todo se soluciona plantando un pino parece una cagada.

Pues nada, va por ellos.
Al resto, Feliz Navidad y feliz cumpleaños al otro niño Jesus, perdido en el Himalaya.